La crisis climática y la destrucción del medio ambiente son una amenaza fundamental para la vida en este planeta. Las industrias extractivas y una economía que sólo funciona mediante el crecimiento constante nos están acercando cada vez más a los llamados puntos de inflexión de los ecosistemas y están destruyendo las formas tradicionales de economías autosuficientes en todo el mundo. La apropiación de los conocimientos indígenas y la privatización de recursos como el agua están provocando una creciente desigualdad mundial y conflictos entre los Estados y dentro de ellos.
En muchos países, desde el Sur Global hasta el Norte Global, se han creado movimientos de base en las últimas décadas. Estos movimientos luchan por economías alternativas orientadas al bien común de todos y no al beneficio de unos pocos. Como los medios financieros de estos movimientos de base suelen ser limitados, los intercambios personales a nivel internacional suelen ser la excepción. El hecho de que sólo se disponga de medios de transporte muy perjudiciales para el clima, especialmente para los viajes transcontinentales, crea una barrera adicional.
Las estructuras contra las que se organizan nuestros movimientos son efectivas en todo el mundo. Por tanto, las respuestas y soluciones no pueden encontrarse de forma aislada en un país y trasladarse a otros contextos. Para encontrar soluciones a las numerosas crisis que han estallado en los últimos años, es necesario un intercambio y un cambio de perspectiva a través de las fronteras continentales.
Inspirados por la visita de una gran delegación de las comunidades zapatistas de Chiapas, México, en el verano de 2021, un grupo de actualmente cuarenta activistas de diferentes regiones de América Latina y Europa han fundado el colectivo Quelili – Vela por la justicia climática y la descolonización.
Con la adquisición de un gran velero, que será propiedad de una asociación sin ánimo de lucro, queremos crear las condiciones físicas para un intercambio regular entre diferentes movimientos. Vemos el barco como una herramienta que puede ser utilizada por grupos que comparten nuestros valores fundamentales para sus proyectos o visitas de delegación, de forma autodeterminada. Nuestro proyecto prevé proporcionar la tripulación necesaria para la realización de los viajes y gestionar los visados de los activistas que utilizarán este servicio. Pero las luchas y la orientación política de estos viajes serán organizadas por los propios colectivos participantes.
Nuestro plan es recaudar fondos suficientes para adquirir un gran barco de vela (de más de 30 metros de eslora) en un estado tal que no requiera reparaciones fundamentales. Nuestro objetivo es que el barco esté listo para realizar la primera travesía del Atlántico a finales del otoño de 2024.